Cuando vi esta receta no pude resistirme, y ha sido un gran descubrimiento el blog de "la receta de la felicidad", esta mujer tiene unas manos, y hace unas fotos, y tiene unas ideas... Me gusta todo de ella!!!!!!!!!!. Y con este post en cuestión, a mi me llegó, lo primero porque tiene forma de animalito, y a mi eso me pirra, y lo segundo porque el pan de leche es mi segundo producto preferido para el desayuno!!!!!!!.
Y ahora, os cuento mi odisea, porque la hubo. Yo soy de las personas que cuando hace algo por primera vez, raramente la sale bien, o por lo menos que yo quede contenta con el resultado, volvemos al tema de mi perfeccionismo.
La receta me imponía mucho respeto, porque el tema del pan es algo nuevo, y, claro, la técnica de amasado, no saber como evoluciona la masa, no saber como actúa la masa en el horno... Pues todo me imponía un poquito.
Mi primer error creo que fueron las cápsulas. Yo no uso cápsulas rígidas cuando hago cupcakes, siempre uso de las rizadas, con un estampado u otro, pero de las rizadas. Así que compré estas cápsulas que me enamoraron y... Creo que son demasiado grandes.
En la receta pone que la cantidad son 16 porciones, pues bien, a mi me salieron 5... Y de milagro!!!!!!!!. Otra cosa que dice es que se rellena la cápsula hasta las 3/4 partes... Y así lo hice. Lo que pasa que luego, durante los 15 minutos de espera, algunas me subieron mas que otras, y claro, de esas 5, a algunas les pude colocar el morro y las orejas cuando ya asomaban por encima, pero otras se lo tuve que colocar cuando todavía quedaban dentro de la cápsula. Por eso la primera foto mira "al frente" y esta foto de aquí mira "arriba"
Otra cosa es el tema del pegado... Super importante!!!!!!!!!. Es verdad que ella hace hincapié en la receta, que conste, pues yo lo hago mas. Hay que pintar bien de agua la oreja o el morro que se vaya a colocar y luego presionar sobre la base durante un poco hasta que se note fijado, porque sino, cuando lo metes al horno y aquello empieza a crecer, se cae o se resbala.
Una cosa que me llamó muchísimo la atención es lo pegajosa de esta masa, la verdad es que me costó mucho trabajarla.
Creo que fué mi culpa, me lancé a la aventura y tampoco investigué mucho. Me daba miedo echar harina en el espacio en el que trabajaba por si me pasaba de harina... No tengo la espátula de panadero así que todo se me pegaba a la encimera... En fin, un poco desastre, pero me ha encantado la experiencia, y estoy deseando repetirla, ya que así es como se aprende.
Por lo demás, puedo dar fé, esta vez yo misma, de que los panes quedan super esponjosos, tiernos y de un sabor muy bueno. Yo esta mañana me he comido uno de los "cochinillos" para desayunar, con mantequilla y... Se me han dado la vuelta los ojos, están muy ricos. Pero aún así, se me ha quedado algo en el tintero... Comerme uno recién salido del horno, calentito... Eso tiene que ser pecado!!!!!!!!
Pues para finales de semana os traeré otra cosa de este blog, que me pareció curiosísima.
Un beso dulce.